Conferencia en Zagreb, Croacia, el 18 de mayo de 2003.
¿Cómo podemos obtener amor devocional? Cuál es el significado del amor? Sabemos que en este mundo, el amor ordinario es solo para el entretenimiento de uno mismo, solo amamos por auto satisfacción. Sin embargo, en cuanto al amor por el Señor Supremo, primero debemos estar dedicados. Debemos dedicarnos al Señor.
Tenemos que dedicarnos a aquellos que nos dan buenas instrucciones, y tenemos que seguir sus instrucciones estrictamente. Tenemos que seguir el método que fue enseñado por Gaurāṅga, Kṛṣṇa Caitanya. Caitanya Mahāprabhu nos enseña cómo comprender la realidad y la verdad de Dios. ¿Quién es Dios, y qué puede hacer? ¿Quién es elegible para conocer estas cosas? Estas son las preguntas que necesitan ser contestadas.
¿Qué es la verdad? La verdad es la verdad. La verdad no tiene futuro ni pasado; siempre está presente. No tiene los tres tiempos; es únicamente y siempre presente. Todo lo demás que ves es material, transitorio, existiendo solo por un momento. Nuestros cuerpos nacieron, crecieron y gradualmente decaen y perecen. Sin embargo ése no es nuestro propósito. Nuestro propósito es que queremos ser eternos. Está el Creador, aquel que ha creado este universo entero, bajo cuya guía ahora estamos sentados aquí y hablando.
Así que ¿Quién es aquel? Él es la Verdad, y Él es el más poderoso. Él no puede ser entendido por nuestro cerebro de cachorro. Nuestro conocimiento, fuerza física, fuerza mental, y fuerza intelectual son limitadas. Nuestro concepto de la verdad está limitado a los sentidos, pero no podemos entender la verdad a través de esos sentidos. Para comprender la verdad, tenemos que rendirnos por completo. Nuestro Bhagavad-gītā (18.66) dice:
sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo mokṣayiṣyāmi mā śucaḥ
“Abandona todas las así llamadas religiones enseñadas por los seres humanos y ríndete a Mí. Ríndete a Mí.”
Si estás rendido sin ningún objetivo ni deseo personal, y sigues el proceso adecuado, entonces el Señor se revelará a Sí mismo. Cuando la verdad te sea revelada, solo entonces podrás entender lo que es la verdad. ¿De qué manera debemos rendirnos?
Debemos pensar, "Mi cuerpo, mente, fuerza física y fuerza intelectual no son competentes para conocer la verdad". Si queremos conocer la verdad debemos rendirnos y estar dedicados. Debemos pensar, "Este cuerpo no es mío; yo no soy este cuerpo". Cualquiera que sean los órganos partes de mi cuerpo no son míos en realidad. ¿A quién le pertenecen? Ellos son creados, y esa creación tiene un principio y un final. Kaumāraṁ yauvanaṁ jarā. Un niño se vuelve un joven, y luego envejece. Gradualmente decae y deja este mundo; desaparece.
Esta es la situación del mundo en el que vivimos.
Todas las cosas que crees que deben estar aquí, como los edificios, el desarrollo de la ciencia, la luz eléctrica, no estaban aquí hace miles de años. Tampoco nosotros estabamos aquí. Estas cosas tampoco estarán aquí en el futuro. Supon que cae una bomba; estarás perdido. Así que no podemos declarar que somos permanentes; no somos permanentes. Estamos bajo la voluntad del poder supremo, y solo a través de la sumisión esto será revelado. Caitanya Mahāprabhu dice que en Kali-yuga el único proceso recomendado es repetir nāmam, el Nombre Divino.
harer nāma harer nāma harer nāmaiva kevalam kalau nāsty eva nāsty eva nāsty eva gatir anyathā
En esta era de riña e hipocresía el único medio de liberación es cantar el Santo Nombre del Señor. No hay otra manera. No hay otra manera. No hay otra manera (Bṛhan-nāradīya Purāṇa 38.126).
¿Por qué es llamado el Divino Nombre? La Divinidad en el Nombre es eterna. No hay diferencia entre el Sonido y la Persona. Si quieres ver la verdad, tienes que realizar que el Sonido y la Persona son Uno. Kṛṣṇa, Rāma, Hari, y Govinda son Nombres Divinos. Si continuas repitiendolos, llegará el momento en que todo te será revelado. El Sonido te lo revelará perfectamente. En persona, como una persona. Él te dará darśana. Entonces tú lo verás; no antes. Si puedes descubrir la Divinidad, encontrarás que no hay diferencia entre el Sonido (nāma) y la Persona (nāmī). Así que, si piensas muy profundamente, luego puedes entender la verdad. puedes conocer la verdad. Espera y ve. Sigue los dictados de nuestras escrituras, la cultura Védica, y la gente que ha practicado y lo ha realizado. El Señor solo se revelará a Si mismo si nos rendimos. Si te rindes al someterte por completo a los pies del Señor y dices, "¡oh Señor, oh Señor, soy ciego e impotente! No tengo oídos para escuchar, ni ojos para ver. No puedo conocerte, así que requiero de Tus bendiciones", entonces el Señor te bendecirá, y a través de Su bendición serás capaz de comprender y realizar la Verdad.”