Pasatiempos de Gaura Kisora Das Babaji
Una vez, la víspera de la celebración del Rathayãtrã, Srila Gaura-kisora Prabhu preguntó a la gente que se había reunido para tener su asociación, “ ¿A dónde irán para ver el inminente Rathayatrã? En Podamatala hay una gran carroza y festival y al Este hay un prominente zamindar que tiene una carroza; al ir allí se consiguen rasagullas, yogur y arroz plano”. De esta forma, Bãbãji Mahãrãja describió de cinco a siete lugares donde se celebraría el Rathayatrã. Ante esto, todos comenzaron a preguntarse si el Bãbãji los estaba animando a asistir a los festivales de carrozas. Casi todos los días habían estado reuniéndose para leer el Sri Caitanya-bhãgavata, Sri Caitanya-caritãmrta y Srimad-Bhãgavatam, y el Bãbãji solía brindar la comprensión filosófica de las porciones estudiadas. Le agradaba oír repetidamente sobre el carácter de Prahlãda Mahãrãja, porque Caitanya Mahãprabhu había exhibido con frecuencia el pasatiempo de oír acerca de las actividades de Prahlãda. En otras ocasiones, Bãbãji Mahãraja escuchaba el Prarthanã y el Prema-bhakti-candrikã de Narottama dãsa Thãkura, y explicaba las debidas conclusiones de las canciones. Un recitador leía las Escrituras, pero el comentarista era Bãbãji Mahãrãja. En el propio día del Rathayãtrã, no se celebró la clase habitual pues todos habían ido a ver el desfile de carrozas. Bãbãji Mahãrãja abrió la puerta de su choza de paja, salió y anunció con una ligera sonrisa en su cara, “Hoy puedo ahorrar mi aliento pues todos se han ido. Los que estaban cantando Harinama con ofensa, han abandonado el oír y cantar del Hari-kathã, en asociación con los devotos, y se han ido a ver el Rathayatra. Mirarán a las jovencitas, la multitud de personas materialistas y demás objetos de disfrute. Ellos no tienen atracción por hari-bhajana en asociación con los Vaisnavas. Han venido con la excusa de asociarse con los Vaisnavas, pero dado que les falta el verdadero apego (por oír y cantar las glorias del Señor) están siendo barridos por la corriente de deseos de otras cosas (anyãbhilasa)”. Seguidamente, Bãbãji Mahãrãja comenzó a cantar para sí mismo, a voz en cuello. Más tarde, ese día, al ver regresar a los que habían participado en el festival de carrozas, Bãbãji Mahãrãja con el aspecto muy grave no habló con nadie.
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